La minuciosidad en los detalles constructivos hay que saber controlarla. Llega un punto en el que el diseño se vuelve tan minucioso y complejo que los costes de fabricación hacen que pierda todo el sentido. En ese momento, en lugar de dar pasos hacia atrás, nosotros seguimos adelante en el diseño, pero ahora con otro objetivo: simplificar el diseño y por tanto los costes de fabricación intentando mantener el diseño intacto.