En 1967, Antoni Tàpies realizó una serie de 15 dibujos en los que se descubren los rasgos más característicos de su obra. La Sèrie negre, considerada una de sus secuencias más personales y que este año celebra su 50 aniversario, fue concebida sobre papel de estraza, soporte que permite, debido a su rugosidad, crear ciertos matices y relieves que resaltan el color negro, auténtico protagonista de la serie.