La recomendación para estos espacios es encontrarles un uso, evitando así que se conviertan en lugares “atascados”. Esa habitación que sólo utilizas para guardar cosas puede reconvertirse en un espacio de lectura o relajación, en una zona de plancha, un cuarto de costura o una zona de juegos. Además de revitalizar la energía, estarás ganando espacio útil en tu casa.