Una reciente normativa obliga a poner aceite embotellado en las mesas de los restaurantes. Puntilla y descabello para las antiguas aceiteras en las que convivían aceite y vinagre en feliz armonía. Muchos restaurantes parece que no se han dado por enterados. Deben pensar que no vale la pena hacer la comedia de poner una botellita no rellenable de aceite de oliva virgen extra de primera prensada cuando en la cocina están usando aceites baratos. Ocurre, sin embargo, que el cliente empieza a…