Sí, es posible que una decoración sea clásica y, a la vez actual. Y es que hay clásicos muy atemporales y, además, de moda. Prueba de ello es este recibidor decorado por la interiorista Meritxell Ribé, vestido con un arrimadero con molduras y papel pintado y con una cómoda con un aire rústico muy actual. Cómoda, en el estudio de la decoradora.