Al igual que sucede con otros distritos periféricos de València, en Benimaclet se encuentran bruscamente dos modelos de lo urbano. En su núcleo, un conjunto protegido de calles estrechas y casas de pueblo que nos recuerdan su origen como alquería musulmana en la huerta norte de la ciudad. Alrededor, una densa corteza de edificios humildes que se levantaron para dar respuesta a la presión demográfica que acompañó las migraciones del campo a la ciudad en las primeras décadas del franquismo.